Si revisamos el origen embriológico de la superficie externa de la forma humana, tendremos que viajar hasta el momento de la gastrulación. Se trata de la 3ª semana de desarrollo en la que se forma el disco trilaminar con las tres capas germinativas a partir de las que se formará el embrión: ectodermo; mesodermo; endodermo.
Encontramos entonces que la EPIDERMIS se forma a partir del ECTODERMO y la DERMIS a partir del MESODERMO.
Indagando un poco más, abriendo los ojos ante los comienzos de la organización y especialización
¿A qué se debe este hecho?, ¿Casualidad, error, mutación?.
Tan sencillo como que los primeros animales, nuestros antepasados, con la organización estructural y funcional más simple, presentaban un aparato sensorial con una disposición externa. Esto les permitia captar nutrientes, percibir los cambios químicos, la luz, los cambios de temperatura... .
Supervivencia pura y dura al servicio de la vida, sometida a miles y miles de millones de años de evolución y desarrollo del encefalo y la médula espinal, dando lugar a una INTERNALIZACIÓN
Piel y sistema nervioso, un mismo origen, una explicación a esos momentos en los que decimos tener la sensibilidad a flor de piel. Una respuesta a por qué el tacto es tan importante, a por qué cuando tocamos a alguien desencadenamos mucho más que calor o presión, iniciamos una cascada de acontecimientos
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