lunes, 25 de agosto de 2014

Respeto y tolerancia para con nuestros semejantes

La mayoría estamos repletos de ideas irracionales que distorsionan nuestra realidad. No sólo es cierto que no podemos controlar nuestro entorno, por más que pensemos que una vez alcanzada la estabilidad (ya sea material, afectiva, etc.), todo el trabajo estará hecho, ya que esta estabilidad es irreal.
La vida es cambio continuo y nada es fijo o permanente. Es necesario que esto lo tengamos claro y que no intentemos aferrarnos a nada de nuestro presente, pensando en que siempre estará ahí.
Por otra parte, es algo común el que veamos a nuestros seres más cercanos “equivocándose” según nuestro parecer y nos frustremos y no comprendamos porqué tal o cual persona toma una decisión concreta. Sin embargo, aunque uno vea que una persona a la que ama, ya sea la propia pareja, los hijos, familiares o amigos, se equivoca o está yendo por un mal camino, lo único que podemos hacer es darle nuestro consejo si nos lo pide y estar atentos por si necesita nuestra ayuda. Pero cada cual debe vivir su propio camino y cada cuál deberá asumir las consecuencias de sus actos y responsabilizarse de ellas.
Al igual que para nosotros puede ser incomprensible cómo actúan los demás, para ellos también puede ser ilógico nuestro comportamiento. Hay que ser respetuoso y tolerante con nuestros semejantes y dejarles tomar sus decisiones, aunque quizás no sean las más acertadas desde nuestra óptica.

Disruptores endocrinos. Las hormonas impostoras

Los disruptores endocrinos o también conocidos como alteradores hormonales son sustancias químicas (exógenas) las cuales provocan la alteración del sistema hormonal dañando la salud de los individuos que han sido expuestos así como afectando también a su descendencia. 

Los productos químicos que alteran el sistema endocrino acceden, principalmente, al medio ambiente a través de vertidos industriales y urbanos, vertidos agrícolas y la quema y liberación de residuos. La exposición humana se produce a través de la ingestión de alimentos, del polvo y agua, de la inhalación de gases y partículas en el aire y del contacto con la piel de plásticos y caucho. 

Ejemplos conocidos de disruptores endocrinos son los ftalatos (suavizantes del plástico), sustancias ignífugas con bromo (a menudo usadas en textiles para el hogar o los muebles) y metales como el plomo y el mercurio; los fungicidas (vinclozolina, ketaconazol), herbicidas (atrazina), pesticidas (metoxicloro, DDT), metales (cadmio), compuestos farmacéuticos (etinil estradiol), fenoles (bisfenol A), hidrocarburos aromáticos (PCBs, dioxinas), cosméticos (parabenos), fitoestrogenos (genisteina), surfactantes (alquifenol etoxilatos, PFOs) y retardadores de la llama (PBDEs).

Se han llevado a cabo numerosos estudios en los que se demuestra que los disruptores endocrinos pueden provocar cáncer (de mama y de testículos), diabetes, obesidad, retrasos en el crecimiento, alteraciones metabólicas y del comportamiento así como se observó que son los culpables del cambio de sexo, en aguas contaminadas, de peces, anfibios y moluscos. En el informe, los investigadores demuestran que hay varios tipos de trastornos que están aumentando y que se pueden vincular con las sustancias disruptoras del sistema endocrino: 

• Cáncer – aumento del cáncer de mama, endometriosis, cáncer de próstata, cáncer testicular, cáncer de tiroides. 
• Obesidad y diabetes - han aumentado en los últimos 40 años, especialmente la diabetes tipo 2, que se ha duplicado desde 1980. 
• La disminución del recuento de espermatozoides y malformaciones genitales, que están aumentando entre los niños pequeños. 
• Defectos de nacimiento - como bajo peso al nacer y embarazos difíciles - que han aumentado en muchos países. 
• Desarrollo de mama precoz entre las niñas, un fenómeno que puede conducir al cáncer de mama. 
• Problemas de tiroides, que en algunos países son cada vez mayores entre los niños y pueden dar lugar a trastornos conductuales. 

Se caracterizan porque actúan dentro el organismo como estrógenos en dosis bajas, por lo que los disruptores son un tema de importancia actual ya que podrían causar daños irreversibles. Se los ha llamado “las hormonas impostoras”.


Por ello la Organización Mundial de la Salud ha elaborado un informe sobre como estos pueden causar desordenes endocrinos aunque hoy por hoy no existe una evidencia científica clara sobre el daño que estos provocan en la salud es evidente que tal y como la OMS reconoce “el aumento de los desordenes y enfermedades endocrinas no puede estar exclusivamente asociado a procesos genéticos”. 

Por lo tanto es un tema que mantiene en alerta a la OMS ya que los ciudadanos se encuentran expuestos a estas sustancias en su vida diaria incluso antes de nacer ya que según afirman “los niños son los mas vulnerables, pero la exposición empieza en el útero, lo que puede causar desórdenes o enfermedades veinte años después de la exposición fetal”. 

Como solución la OMS propone que exista una mayor transparencia por parte de las industrias en cuanto a los componentes exactos de las sustancias que contienen sus productos para así analizar el impacto de los químicos en el sistema endocrino. 

“Necesitamos urgentemente más investigación para obtener una imagen más completa de los efectos sobre la salud y el medio ambiente de los alteradores endocrinos. Los datos recientes muestran que las comunidades de todo el mundo están expuestos a disruptores endocrinos y sus riesgos asociados. OMS trabajará con los socios para establecer las prioridades de investigación para investigar los vínculos de los disruptores endocrinos y los efectos sobre la salud humana, al fin de mitigar los riesgos. Todos tenemos la responsabilidad de proteger a las generaciones futuras” dijo María Neira (director de la OMS para la salud pública y medio ambiente).

Fuente: vidasostenible.org

domingo, 10 de agosto de 2014

Pérdida de peso

Un objetivo inicial razonable en un programa de adelgazamiento es una reducción del 10% del peso corporal. Un período razonable de tiempo para lograrlo es seis meses. Pasados seis meses (o el tiempo que se estime oportuno), el Entrenador Personal, el Dietista y/o el Médico pueden establecer nuevas metas.
Incluso si el cliente sólo consigue esa reducción inicial del 10% y la mantiene, habrá logrado una reducción significativa de la gravedad de los factores de riesgo asociados con la obesidad.

A muchas personas les resulta difícil perder peso pasados esos seis meses por la disminución de su índice metabólico en reposo y por tener que seguir durante más tiempo un régimen de ejercicio y una dieta hipocalórica. Además, sus necesidades energéticas disminuyen a medida que pierden peso (tener que mover una masa menor significa que la carga de trabajo es menor). Por tanto, necesitan bajar aún más el consumo calórico y aumentar los niveles de actividad física para crear el déficit energético, al tener un peso menor.

Los beneficios de lograr una pérdida moderada de peso a lo largo de un período prolongado de tiempo superan los beneficios de perder mucho peso con rapidez sólo para recuperarlo casi todo.

lunes, 4 de agosto de 2014

Estar bien contigo mismo y con los demás

Sin aceptación es imposible progresar. Aceptar nos obliga a reflexionar sobre nuestra situación y nuestras capacidades de una forma realista para examinar nuestras virtudes o defectos, nuestros puntos fuertes y nuestras carencias, nuestro pasado y nuestro presente. Mientras sigamos atormentados por nuestro pasado, resentidos con el mundo y frustrados con nuestras limitaciones (físicas, intelectuales, económicas o familiares) no podremos encontrar posibles salidas, relacionarnos con los demás de una forma positiva y tener la estabilidad necesaria para luchar por alcanzar un objetivo.
Alcanzamos la madurez cuando entendemos que no se puede tener todo, aceptamos nuestra vida e intentamos que sea lo más armoniosa posible. Cuando transigimos con nuestro físico, nuestro intelecto, la infancia que tuvimos y las circunstancias que nos ha tocado vivir. Cuando admitimos que la vida tiene momentos muy duros y que nosotros, como cualquier otro individuo, hemos de pasar por unos cuantos. Gracias a esa aceptación estaremos mucho mejor con nosotros mismos y con los demás.

El círculo de la motivación

sábado, 2 de agosto de 2014

Ayudar a los demás

A veces, la vida hace que te muevas entre la plenitud y el fracaso, y la diferencia que separa lo uno de lo otro es mínima; una palabra de ánimo, un conocido que te da una oportunidad o el recuerdo de un ser querido que nos transmitió la importancia de la lucha pueden ser claves para la salvación.
En casos de desesperación extrema, la actitud positiva puede no ser suficiente para salir a flote; abrirnos a los demás es entonces decisivo. Lamentablemente, muchas personas se avergüenzan de su situación y no comparten su problema con nadie. Reconocer que están deprimidos les parece humillante. Eso es un grave error por dos motivos: hablar de los problemas que nos angustian es sin duda un alivio terapéutico y, además, si no somos capaces de contar a nuestros familiares o amigos que lo estamos pasando mal, nadie nos puede ayudar. La vergüenza y el orgullo son nuestros peores enemigos.

Valentín Fuster