jueves, 9 de noviembre de 2017

Tu cuerpo es tu gimnasio

Casos Entrenamiento Personal (esguince de tobillo):

En un gimnasio puedes ver hierros en forma de barras, discos, mancuernas, manerales, también poleas, palancas, cintas andadoras, bicicletas..., y sacos, elásticos, cuerdas, picas de madera, balones medicinales, pelotas de gimnasia..., duchas, sauna, biblioteca... La RAE lo define como "un establecimiento donde practicar gimnasia, pero también como un lugar destinado a la enseñanza pública". Los profesionales del ejercicio, ayudamos en la preparación psico-física de opositores, en la recuperación de lesiones, ayudamos a mejorar la composición corporal de clientes de todo tipo —y la función neuromuscular—, de atletas, futbolistas, jugadores de baloncesto, también de amas de casa, administrativos, empresarios, funcionarios, culturistas… En mi opinión, todas los objetivos tienen la misma importancia, a veces, incluso, solapándose. Y habrá que tratar a las personas con el respeto que merecen, a cada uno de manera individual.

Hace años, al menos que dieras con un profesional del ejercicio físico meramente competente, en caso de sufrir un esguince grado 2 del ligamento lateral externo del tobillo, una persona que acudiese al médico enseguida se le aplicaría un vendaje comprensivo 
—o escayola en según qué casos—, se le recomendaría reposo absoluto, con la pierna elevada cuanto más tiempo mejor, con los cubitos de hielo al lado, y las muletas por si tiene que ir al baño, y además atiborrada a analgésicos y antiinflamatorios. Por suerte, en la actualidad está evidenciada la mayor efectividad del protocolo POLICE (Protection, Optimal loading, Ice, Compression, Elevation) que, después de unos días de reposo en la fase aguda, mucho más importante que el reposo absoluto que se recomendaba antaño, es proteger los tejidos dañados de la articulación de posibles recidivas, especialmente en su fase aguda, los primeros días, respetando la cronología del proceso inflamatorio y favoreciendo la cicatrización. Por supuesto, no se debería apoyar la articulación en exceso, por ello unas muletas son unas grandes aliadas.
Entonces, nadie en su sano juicio iría junto a un Entrenador Personal a “curarse” de un esguince —tampoco es que estuviera muy extendida la figura de este profesional—. Hoy en día, quien lo haga, deberá saber dos cosas: primera, que el entrenador personal lo derivará de inmediato, y sin hacer nada más, al médico y al fisioterapeuta, si la persona no lo ha hecho ya. Y segunda, que después del visto bueno de uno o de los dos profesionales anteriores, lo que le espera es trabajo de readaptación aplicando la literatura científica más rigurosa, el conocimiento adquirido, y la experiencia significativa tanto propia como con terceros.

En una segunda fase, digamos, es conveniente realizar un trabajo simultáneo con el fisioterapeuta, practicando
 movilidad sin carga y sin dolor, para evitar la rigidez, y ya desde un primer momento, la persona debería seguir con su programa habitual de entrenamiento, adaptando los ejercicios de piernas —dominantes de rodilla/cuádriceps y de cadera/isquiosurales, ejecutando movimientos de cadena cinética abierta tipo extensión de rodilla (leg extension), flexión de rodilla (leg curl), u otros similares —para aquellos que sienten odio por este tipo de máquinas, aquí habría una buena razón para incluirlas, por ejemplo para no cargar la articulación lesionada en exceso y para mantener el tono muscular de cuadriceps e isquiosurales—.

En lo concerniente al trabajo de readaptación, resulta esencial, primeramente, y sirviendo como calentamiento específico, movilizar la articulación de manera adecuada, esto es, realizar movimientos, sin carga y sin dolor, de flexión/extensión, eversión/inversión, y circunducciones. En estos últimos movimientos, hay que tener cuidado de no excederse en el rango de movimiento o estaremos reproduciendo el mecanismo lesional de este caso. Con los días, iremos progresando a un trabajo isométrico, por ejemplo con gomas, e isotónico-concéntrico y excéntrico, integrándolos hacia movimientos auxotónicos completos: combinando ejercicios de cadena cinética abierta, como los antes descritos, y de cadena cinética cerrada (tipo prensa, hack, sentadilla, peso muerto, etc.) —el fortalecimiento muscular es fulcral—. Paralelamente, el trabajo propioceptivo, como el que se visualiza en el video e incluyendo más tareas, tanto bipodal como unilateral, con los ojos cerrados, sobre plataformas generadoras de inestabilidad, desequilibrios externos o inducidos por el propio entrenador, etc., serán la antesala, o el complemento, hacia caminatas sobre las puntas de los pies, de talones, y todas las variantes que se nos ocurran. Regresando poco a poco a la normalidad previa a la lesión, aumentando progresivamente la distancia de la marcha; incluyendo terreno inestable, caminar en grava, por cunetas o colchonetas inclinadas, en su defecto. Así, no menos importante es mantener una buena flexibilidad de los tejidos que conforman la articulación. Los estiramientos deberán buscar una progresión hacia rangos articulares mayores.

Mediante toda esta praxis, el objetivo final será devolver a la persona a una situación igual o mejor a la que estaba antes de lesionarse, tratando de disminuir el riesgo de sufrir un nuevo esguince u otra lesión de igual o mayor índole.

Lo que hagas en el gimnasio no es un fin en sí mismo, aunque a veces pueda parecerlo. Realmente, tu cuerpo es el gimnasio. Y este es un centro de alto rendimiento, pero no solo entendido con una orientación hacia el deporte, sino hacia la vida. Por que, para qué entrenamos realmente? Entrenamos para la vida.

Seguimos trabajando…