miércoles, 4 de septiembre de 2019

Nutrición y Diabetes: lo que hay que hacer es hacerlo bien.

Hace unos meses me tomé tiempo para revisar la guía anual de diabetes de la ADA (American Diabetes Association), y publicarlo en mi blog (https://al4balance.blogspot.com/2018/12/el-secreto-del-cuidado-del-paciente-es.html). Este tipo de guías obedecen a una evolución continua y significativa en el conocimiento teórico-práctico, y a su aplicación clínica por parte de los profesionales competentes para ello.
La ciencia es evolución, maduración y confirmación o refutación de evidencias en cierto grado; y si ya ese documento era bueno, salvando ciertos baches con respecto al IMC, déficits energéticos, contar calorías y pesarse en la báscula, en esta ocasión, la ADA ha reunido a un elenco de investigadores que han hecho un trabajo meritorio. El reciente consenso, “Nutrition Therapy for Adults With Diabetes or Prediabetes: A Consensus Report”, firmado por Alison B. Evert, Michelle Dennison, Christopher D. Gardner, W. Timothy Garvey, Ka Hei Karen Lau, Janice MacLeod, Joanna Mitri, Raquel F. Pereira, Kelly Rawlings, Shamera Robinson, Laura Saslow, Sacha Uelmen, Patricia B. Urbanski y William S. Yancy Jr. (http://care.diabetesjournals.org/content/42/5/731.long), viene a confirmar lo presente. Por supuesto, contemplan la densidad nutricional y la calidad de la dieta, así como la nutrición personalizada, pasando por el razonamiento del reparto de macronutrientes y equilibrio energético, entre otras variables de interés, donde atender a los patrones de alimentación tanto individuales como sociales, a las preferencias personales, a las comorbilidades y al entorno socioeconómico en los que vive cada persona.

“Una sólida evidencia apoya la eficacia y la rentabilidad de la dietética y la nutrición como un componente de la atención de la diabetes de calidad, incluida su integración en el tratamiento médico; por lo tanto, es importante que todos los miembros del equipo de atención médica conozcan y defiendan los beneficios de la terapia nutricional y los mensajes nutricionales clave. Se recomienda la asesoría sobre nutrición para mejorar o mantener los objetivos glucémicos, lograr los objetivos de control de peso y mejorar los factores de riesgo cardiovascular (por ejemplo, presión arterial, lípidos, etc.)”.

En siguientes ediciones seguro que se sumará más evidencia de la importancia de la crononutrición, de la microbiota, de la inflamación, del ejercicio físico, de la gestión del estrés, etc., pues son apabullantes las investigaciones que se están haciendo en ese terreno y su consiguiente relación con esta y con cualquier tipo de enfermedad. Sin ir más lejos, en la guía publicada en enero del presente, hablan de la importancia del ejercicio de fuerza, y se centran en la persona —individualización—, y eso es algo muy positivo. Me gusta el eslogan de que “el secreto del cuidado del paciente es el cuidado del paciente”, el AUTOCUIDADO, el compromiso con uno mismo. Y la adherencia y continuidad a los programas de ejercicio y nutrición planteados, así como lo que la persona haga más allá del gimnasio, del taller de nutrición y de la consulta médica. Un serio handicap, pero uno de los retos más ambiciosos y motivantes para todos los que queremos ayudar a mejorar la salud tanto propia como de terceros.

Para concluir, y haciendo una reflexión a voz escrita, resulta paradójico que haya que insistir en que debemos de cuidarnos. A veces es algo cansando tener que divulgar, y tratar de convencer a la gente para que se cuiden, que coman saludablemente, que se muevan, que vayan al gimnasio, que dejen de fumar y beber alcohol. Pero, por otro lado, si no contraatacamos contra los que pretenden lo contrario, los que tienen espacios en los medios de comunicación, anuncios, patrocinios, industrias con intenciones negativamente interesadas, y económicamente deliberadas y sin valores, la guerra estará perdida. Y ya es hora de dejar de preocuparnos por la enfermedad, y ocuparnos, de verdad, por la salud. Esta es la única guerra que debiéramos emprender, no las territoriales, xenófobas, petrolíferas, partidistas, ideológicas, y demás.
Tristemente, no muchas personas sabrán de la existencia de esta magnífica guía y de las nuevas actualizaciones, y de las que lo sepan, pocas invertirán su tiempo en leerla. Pero, de verdad, que merece mucho la pena invertir unas horas en leer ambos documentos con atención. No obstante, rescatando una cita que le pude leer hace poco al catedrático Felipe Isidro, “en teoría, no hay diferencia entre teoría y práctica, pero en la práctica, sí que la hay”; y eso es lo que hay que hacer, HACERLO.

Entrenamos para la vida!

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