jueves, 4 de octubre de 2018

6th NSCA International Conference. Universidad Europea de Madrid

La anterior semana pudimos disfrutar de cuatro días intensos en la 6ª Conferencia Internacional de la NSCA, celebrada en la Universidad Europea de Madrid. Un congreso donde estaban representados varios países de todo el mundo. El objetivo era reunir a investigadores, entrenadores y profesionales varios del entrenamiento de fuerza y el acondicionamiento físico, donde compartir conocimientos y así reducir la distancia entre la ciencia y su aplicación práctica.

Quizás no pueda resaltar ninguna de las exposiciones y talleres por encima de otras, pues todas y cada una en su parcela correspondiente reunían todos los requisitos para seleccionarlas de interés. Sin menoscabo de ello, personalmente presté especial atención a los talleres prácticos. El jueves no puede asistir por motivos de trabajo, con lo que me perdí las intervenciones de Lars Andersen —pero hay la opción vía streaming, por lo que no hay excusa—, en el que durante una hora desarrolló una temática muy importante, la del ejercicio físico como tratamiento para el dolor musculoesquelético relacionado con el trabajo. Sí, en los propios centros de trabajo se debería contar con profesionales del ejercicio y disponer de unos minutos para realizar ciertos protocolos de ejercicio físico que repercutirían muy positivamente en la salud, rendimiento y productividad de los trabajadores, tal y como se está evidenciando una y otra vez —aprovechar los descansos para entrenar y no para fumar—.

Seguidamente fue el turno de David Marchante, en cuyo taller se aplicaron ciertas estrategias para optimizar el entrenamiento de fuerza, algo que siempre es bueno llevar a la práctica y no solo quedarse en la teoría.
Para concluir el día, el profesor Juan José González Badillo hablando sobre el control de la velocidad de ejecución de los movimientos, el carácter de esfuerzo interpersonal, y cómo sacarle el máximo provecho al entrenamiento de fuerza dependiendo de los objetivos que se pretendan.

Ya comenzando el viernes, pude nutrirme de los dos días restantes, comenzando con la presidente de la NSCA, Travis Triplett, quien hizo especial hincapié en algunas consideraciones críticas en el entrenamiento de la mujer, cuya importancia se vuelve radical si queremos disminuir riesgos de lesiones, alteraciones metabólicas y endocrinas, y optimizar el rendimiento a la par que mejoramos y mantenemos la salud.
Turno para Francesc Cos, un auténtico valuarte del rendimiento físico del FC Barcelona en los últimos diez años. He de admitir mi predilección por el trabajo que desarrolla, pues ha convertido el trabajo de fuerza en el gimnasio en algo más que un complemento. Un buen programa de fuerza, junto con otros determinantes, hará que los jugadores sean más fuertes, más potentes, se lesionen menos y rindan más en el terreno de juego. Su taller, en este caso, se concretó en una técnica que está teniendo varias aplicaciones reales en el mundo de la rehabilitación y el rendimiento: la restricción del flujo sanguíneo o entrenamiento oclusivo para la mejora de la hipertrofia —sí, la hipertrofia no es nuestro enemigo, es nuestro gran aliado—. He tomado buena nota de sus explicaciones y hemos podido comprobar en primera persona los principios de esta herramienta; a tener en cuenta para implementarla en el gimnasio con algunas personas. Por supuesto, seré yo el primero en estar durante unos meses analizando su uso.

Otra de las ponencias estrella, al menos para mí, corrió a cargo de Pedro Emilio Alcaraz, donde nos hizo una exposición muy amena pero llena de sutilezas donde se evidenció los beneficios del entrenamiento de fuerza en circuito (RCT: Resistance Circuit Training, por sus siglas en inglés). Un protocolo que va mucho más allá de su realización por falta de tiempo; con mejoras en biomarcadores, presión arterial, fuerza, VO2max, reducción de la grasa corporal, aumento de la masa muscular, etc., en definitiva, en todo el perfil de salud de la persona. Hemos de apostar por el entrenamiento concurrente (fuerza+cardiorrespiratorio), pero con prioridad por el primero, sabiendo dosificarlo en su conjunto y atendiendo a las características de la persona que tengamos delante. Diseñando programas eficientes, donde se puedan conseguir los máximos resultados en el menor tiempo, con los menores recursos disponibles y con la máxima seguridad. Pero no puede haber excusa de falta de tiempo para hacer ejercicio: con unos 15’ al día se pueden tener todos esos beneficios mencionados —será cuestión de prioridades sentarse en la terraza o escaparse al gimnasio—. Asesórate por un profesional del ejercicio para sacar el máximo rendimiento y evitar lesionarte!

El penúltimo workshop del viernes reunía todos los ingredientes para atraparte y poner los cinco sentidos en su desarrollo: un profesor con una densa experiencia, con una personalidad extravagante, con un buen dominio del lenguaje no verbal, y con las ideas bien claras. Ian Jeffreys, nos deleitó con su explicación del correcto entrenamiento de la velocidad y agilidad para deportes de equipo, también extrapolable a ciertos deportes individuales. Manifestó su desconcierto al ver ciertas acciones que se vienen realizando desde hace años y que nada tienen que ver con lo que se demanda en un campo de juego. Su visión me ha ayudado, más si cabe, a ver las cosas en perspectiva, enfatizando que lo más difícil —lo complicado— es ser simples y hacer lo fácil. Que en ciertos momentos podemos trabajar tareas aisladas como por ejemplo con el uso de ejercicios de “técnica de carrera tradicionales”, pero que eso no tendrá sentido si no tenemos claro que el juego siempre será el contexto, y que la especificidad deportiva es la que manda.

Para finalizar el día, espectacular la puesta en escena del Dr. Vicente Clemente, tanto en lo teórico, con una densidad de conocimiento que supera la excelencia, como en lo práctico. Haciendo lo propio con el entrenamiento militar llevado, por qué no, al común de los mortales. Hablamos del entrenamiento operativo, más conocido como funcional, pero cuyo término ha sido prostituido hasta límites insospechados, porque ¿qué no es funcional? Independientemente de entrar en discusiones vanas, nuestra base filogenética se compone de tareas realizadas a baja intensidad y larga duración (recolección), y tareas de alta intensidad y corta duración (caza-huída). Condiciones conceptuales con unas respuestas psico-fisiológicas y neuro-fisiológicas que hay que tener presente e implementar de facto si queremos ir en la misma dirección de nuestro organismo.
Horas después tuvimos tiempo para disfrutar de una merecida cena, y en el Realcafé del Santiago Bernabéu. Un lugar lleno de magia —quizás sea algo cultural lo que digo—, pero que enseguida te embriaga su entorno, su historia. Independientemente de que seas de un equipo o de otro, que tengas preferencia por unos colores o por otros, o que sencillamente no te guste el fútbol, las sensaciones están para sentirlas y admitirlas —bueno, eso y que me apetecía ponerme la americana—.

Al día siguiente nos esperaba una jornada muy completa; abriendo boca con la excepcional keynote de Gregory Haff, titulada “desarrollo del atleta a largo plazo”. Me parece fulcral tener claro todo lo que esto significa. Debemos huir de la especialización temprana; dotar a un atleta, desde edades tempranas, con el desarrollo de todas las capacidades psicomotrices disponibles. Hay edades sensibles, fases por las que hay que pasar, con lo que periodizar las actividades de entrenamiento de los atletas de acuerdo a las bases biológicas es prioritario, mucho más que los resultados deportivos. Estos llegarán cuando tengan que llegar, y buscamos que duren cuanto más tiempo mejor. Indudablemente, hay más vida después del deporte, y no se entiende la primera sin el segundo pero, ¿y la segunda sin la primera? Sin salud no puede haber rendimiento!

Justo antes de irnos a comer, pudimos saborear el saber hacer de Nacho Coque, preparador físico de la selección española de baloncesto, especialista en readaptación de lesiones y entrenamiento de fuerza. Y precisamente su taller versaba sobre ello, pero con el uso de material portátil: bandas elásticas, poleas, mosquetones, arneses, etc., algo que da variabilidad al entrenamiento y te saca de un apuro cuando tienes que viajar, entre otras circunstancias.

Por cierto, he de felicitar a la organización del congreso por el lugar elegido, la Universidad Europea de Madrid, con un campus espectacular, unas buenas instalaciones, y unas zonas verdes que invitan a vivir allí; se respira calidad por los cuatro costados. También mi enhorabuena por la buena planificación del evento, donde se respetaron perfectamente los tiempos de entrada y salida, las intervenciones, la facilidad para traducir a otros idiomas el congreso, el nivel de los profesores e investigadores, la predisposición a aclarar cualquier duda que surgía, y un largo etc., que hace que nos llevemos un buen sabor de todo lo vivido durante estos tres días.

Muy importantes todas las sesiones paralelas dadas en estos días, y la presentación de pósters científicos, tomé buenos apuntes de cada una de las que asistí. Una lástima no poder estar en cada una de ellas, pero es que eran a la vez!
Estas, junto con las las keynotes, todas mostraban y demostraban los beneficios del ejercicio físico ante ciertas situaciones y alteraciones, y destacando algunos temas sustanciales, a saber:

  • Dolencias de espalda 
  • Menopausia 
  • Osteoporosis 
  • Embarazo 
  • Diabetes 
  • Lesiones musculares 
  • Entrenamiento cruzado 
  • Ligamento Cruzado Anterior 
  • Depresión 
  • Ansiedad 
  • Fragilidad y prevención de caídas 
  • Cardiopatías 
  • Metabolopatías 
  • Mecanotransducción 
  • HRV (Heart Rate Variability) 
  • SNS/SNP 
  • Factores que afectan al rendimiento 
  • Etc. 

Ya concluyendo el día, un plato fuerte, nada más y nada menos que el Dr. Julio Calleja, preparador físico de la Federación Española de Baloncesto y de la Federación Vasca de Rugby, con innumerables investigaciones publicadas y un dominio exquisito del lenguaje técnico. Quizás lo que más me ha llamado la atención de su intervención haya sido la reflexión crítica e inteligente de todo lo concerniente a los métodos de recuperación de las ciencias del deporte. Hay mucha tinta que narra sobre ello, y el 50% del conocimiento científico se renueva cada 5 años, más o menos, pero pocas estrategias han demostrado eficacia y, curiosamente, a día de hoy, se siguen usando las que han demostrado eficacia nula, por ejemplo:

  • El masaje no recupera mejor que el no masaje. Evidencia 1A 
  • Los estiramientos no recuperan mejor que no estirar. Evidencia 1A 
  • La ALM (Auto Liberación Miofascial), p. ej.: con foam roller todavía no tienen evidencia suficiente que demuestre que ayude a recuperar mejor que sino se aplica. 
  • La inmersión en agua fría o hielo no recupera mejor que la no inmersión en agua fría o hielo. 
  • La electroestimulación no recupera mejor que la no aplicación de electroestimulación. Aquí Azael Guerrero dio buena cuenta de ello, aunque con ciertos matices de interés, donde se atenderá a los condicionantes de cada deportista de manera individual. 

Importante aquí, antes de que nadie se eche al cuello, diferenciar entre intervenciones agudas y crónicas, y entre respuestas agudas y crónicas —adaptaciones—, pues el abuso de cualquier método reducirá sus posibles mecanismos, por ejemplo el agua fría o hielo, donde sí se ven efectos agudos, pero que van perdiendo estímulo conforme se usan de manera recurrente. Muy importante mantener la mente abierta y una actitud crítica!
De todos estos métodos, sí ha demostrado eficacia el agua, pero una inmersión de 10’ y a una temperatura de entre 10º y 15ºC (13,5ºC), y en posición bípeda. Julio Calleja le llama a todo ello “el arte de la recuperación en ciencias del deporte”, resaltando el concepto de “Arte”, y diferenciando entre Wellness (biología) y Happiness (sensación del deportista). En unos años tendrá preponderancia la primera sobre la segunda. Pues se convertirá en la segunda, ya que serán lo mismo, con educación e información los deportistas querrán y creerán, porque serán palpables los beneficios, aunque no sea posible matematizar el entrenamiento. Me quedo con una frase que dijo, “el balance entre lo que quiero o no, y lo que no sirve o sí”…
Por supuesto, cada deporte y cada deportista tiene sus plazos biológicos, con lo que la personalización e individualización serán la clave para optimizar al máximo la recuperación y el rendimiento. ¿Y cuál es el mayor limitante de un deportes? Efectivamente, la lesión. Ratios de lesión bajos, garantizan que el jugador —el deportista— se mantenga jugando el mayor tiempo posible. Por todo esto, cada vez es más importante la figura del Entrenador Personal, indudablemente dentro de un organigrama interdisciplinar que cuente con psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, médicos, etc., con estrategias diferentes para cada jugador, como así se está haciendo en ciertos deportes de élite, donde hay profesionales dedicados en exclusiva a esta área, mejorando su potencial motor, su recuperación, y su rendimiento. Quedémonos con intervenciones simples pero que sí han demostrado eficacia, con la periodización óptima de la recuperación y regeneración, con la recuperación pasiva, activa, y por medio del entrenamiento, con la relación pausa:tiempo —la CARGA—, el sueño reparador, la nutrición, etc. Huelga estudiar los ritmos biológicos o circadianos!

Como colofón, la entrenadora personal Melissa Kannike, nos deleitó con una clase peculiar, fuera de lo común, pero con los principios bien claros: moverse, sentir y ser MOVIMIENTO. No era ni Yoga, ni Pilates, ni Hipopresivos, ni nada similar, simplemente movimiento. Fueron una serie de ejercicios en suelo, donde usó el movimiento de ciertos animales para imitar: cangrejo, guepardo, oso, gorila, escorpión, etc., donde el complejo muscular conocido como CORE fue la diana de su intervención. Quien entrena conmigo ya conoce algunos de esos movimientos, y seguramente incluya alguno más en la caja de herramientas. Iros preparando :)

Un congreso que me deja con ganas de más, que me empuja a seguir aún con más ímpetu. A pregonar a los cuatro vientos que el gimnasio es para todo el mundo, tenga la edad que tenga, tenga la condición que tenga. Que pueden convivir perfectamente personas que busquen fines deportivos, como estéticos, como de salud.
Pues todos, realmente, están buscando mejorar su rendimiento, tanto en un deporte concreto como en la vida en general. Hay que acercar el mundo del entrenamiento a toda la población, los beneficios son contundentes!

Entrenamos para la vida!



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