sábado, 22 de junio de 2019

Dietas bajas en FODMAP´s

Las siglas FODMAP´s (1, 2, 3, 4, 5, 6) proviene del inglés Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols (en español oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables). Al grupo de los carbohidratos fermentables de cadena corta pertenecen, entre otros, los fructanos, tipo inulina, oligofructosa y fructo-oligosacaridos (FOS), que se encuentran por ejemplo en el trigo, y los disacáridos, por ejemplo la lactosa de la leche. Pero también en legumbres, hortalizas y frutas, entre otros. La hipótesis considera que nuestro organismo no puede digerir o absorber bien estos compuestos, pudiendo ocasionar un sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO) con síntomas gastrointestinales como gases, hinchazón, calambres y/o diarrea en personas sensibles a los efectos de los FODMAP o con enfermedades gastrointestinales funcionales. Su ingesta comporta alteraciones osmóticas, aumentando el suministro de sustrato y agua al intestino delgado distal y al colon proximal, que probablemente induzcan a la distensión luminal y la inducción de síntomas funcionales del intestino. Esto tiene efectos epiteliales, neurales y hormonales, irritando o lesionando el epitelio y alterando su función de barrera. En la enfermedad de Crohn, por ejemplo, la respuesta a la rápida fermentación de una mayor carga de FODMAP en el intestino delgado distal y en el colon proximal, puede ser un agravante de los factores genéticos u otros factores ambientales que predisponen a esta dolencia.

Esto también tiene especial relevancia en deportes, donde las molestias gastrointestinales se reportan en 30-70% de los atletas de deportes de resistencia, tanto de niveles recreativos como en profesionales, pudiendo comprometer la capacidad de entrenamiento y rendimiento. Por ejemplo, en un estudio liderado por Dana Lis, y colaboradores, se examinaron a 910 atletas para evaluar los comportamientos hacia la auto-selección de alimentos para minimizar las molestias gastrointestinales al practicar su deporte. El 55% eliminó al menos un alimento con alto contenido de FODMAPs y se reportó una mejoría en los síntomas de hasta 82.6%. En los atletas que indicaron haber evitado alimentos altos en FODMAPs que detonan molestias gastrointestinales, la lactosa (86,5%) fue el que se eliminó más frecuentemente, seguido de los galacto-oligosacáridos (23,9%), fructosa (23%), fructanos (6,2%) y polioles (5,4%). Los hallazgos preliminares sugieren que la reducción a corto plazo de FODMAP puede ser una intervención beneficiosa para minimizar las molestias gastrointestinales relacionados con el ejercicio.

También hay otras sustancias presentes en el trigo, como los ATIs (7) (Inhibidores de Amilasa-tripsina), que son activadores nutricionales del sistema inmune, a través de los receptores TLR4 en las células mieloides. La mayoría de las variantes de trigo más antiguas (como Emmer o Einkorn) tenían una bioactividad más baja que el trigo moderno (hexaploide). Las especies CM3 y 0.19 de ATI fueron los activadores más frecuentes de TLR4 en el trigo moderno y fueron altamente resistentes a la proteólisis intestinal. Su ingestión indujo una modesta infiltración y activación de las células mieloides intestinales, y la liberación de mediadores inflamatorios, principalmente en el colon, luego en el íleon y luego en el duodeno. Las células dendríticas se activaron prominentemente en los ganglios linfáticos mesentéricos. Las concentraciones de ATI encontradas en una dieta normal diaria que contenía gluten aumentaron la inflamación intestinal de bajo grado. Los cereales que contienen gluten tienen, con mucho, las concentraciones más altas de ATI que activan TLR4. Pero esto es harina de otro costal, y no me explayaré demasiado en ello.

La dieta baja en FODMAP se usa a menudo en las personas con síndrome del intestino irritable (SII) (8). La dieta también tiene un uso potencial en personas con síntomas similares derivados de otros trastornos digestivos, como la enfermedad inflamatoria intestinal. Una dieta baja en FODMAP puede ayudar a reducir los síntomas, lo que limitará los alimentos ricos en fructosa, lactosa, fructanos, galactanos y polioles. Esta dieta también limitará la fibra ya que algunos alimentos con alto contenido de fibra también tienen altas cantidades de FODMAP.


Ya existen listas (9, 10) de alimentos bajos en FODMAP´s. Por ejemplo, la elaborada por el Centro de Salud Digestiva de los Servicios de Nutrición del Centro Médico de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.); y el recurso creado por 
Peter R. Gibson y Susan J. Shepherd, ambos, investigadores clínicos del Departamento de Medicina en la Universidad de Monash (Melbourne, Australia). La dieta baja en FODMAP de Monash University tiene como objetivo ampliar las opciones dietéticas de las personas que tienen malabsorción de FODMAP y el síndrome de intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés) con diagnóstico médico. Usan el sistema de semáforos en la aplicación para resaltar los niveles de FODMAP presentes en los alimentos en ciertos tamaños de porciones para distinguir fácilmente lo que puede y no puede ser tolerado. Sin embargo, en sus recetas, tratan de incorporar los alimentos "rojos" tanto como sea posible para que las personas en la dieta no estén cortando completamente los alimentos que deberían ser capaces de tolerar en ciertas cantidades. El éxito de la restricción de FODMAP y la orientación dietética individualizada ha demostrado ser un tratamiento prometedor para reducir los síntomas gastrointestinales en pacientes con síndrome de intestino irritable.

Y, por supuesto, en los “Criterios de Roma” (11, 12), una fundación constituida en el año 1992, donde se han ido reuniendo periódicamente un grupo de expertos en trastornos funcionales digestivos (TFD), se pueden revisar las recomendaciones para cada una de los trastornos digestivos. A saber:

1) Trastornos esofágicos.
2) Trastornos gastroduodenales.
3) Trastornos intestinales.
4) Dolor gastrointestinal de los trastornos mediados centralmente.
5) Trastornos del esfínter de Oddi y de la vesícula biliar.
6) Trastornos anorrectales.
7) Trastornos funcionales gastrointestinales de la infancia.
8) Trastornos funcionales gastrointestinales de la adolescencia.

La nueva clasificación y los nuevos criterios diagnósticos (Roma IV) son el resultado del esfuerzo de 120 investigadores que han trabajado en ellos durante los últimos 10 años, desde el año 2006 en que se editaron los criterios Roma III, hasta ahora vigentes. En este magnífico artículo (13) del médico Juan J. Sebastián Domingo, Jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Royo Villanova (Zaragoza, España), se da buena cuenta de lo expuesto. Según este autor, lo primero que llama la atención, en la portada y en la introducción del special issue publicado en la revista Gastroenterology —editado por Douglas Drossman, profesor emérito de Medicina y Psiquiatría, de la Universidad de Carolina del Norte (EE. UU.)—, es la expresión “disorders of gut-brain interaction”, es decir, trastornos de interacción intestino-cerebro, que, escriben, define mejor que el término TFD (Trastornos Funcionales Digestivos). Conviene recordar que el intestino, el sistema nervioso entérico (SNE), se considera el segundo cerebro, como ya lo señalara el profesor Michael D. Gershon hace más de 20 años (14).

Con todo, hay un cuerpo emergente de investigación (15, 16, 17, 18) demostrando la eficacia de la restricción de carbohidratos fermentables en el SII; sin embargo, todavía existen limitaciones con este enfoque debido a un número limitado de ensayos aleatorizados, en parte debido a la dificultad fundamental del control con placebo en los ensayos dietéticos. La evidencia también indica que la dieta puede influir en la microbiota intestinal y la ingesta de nutrientes. La restricción de carbohidratos fermentables en personas con SII es prometedora, pero los efectos sobre la salud gastrointestinal requieren más investigación. Se requieren ECA´s adicionales para confirmar la eficacia de la restricción de carbohidratos fermentables en el manejo del SII y para examinar más a fondo los efectos sobre la microbiota intestinal (19, 20) y la calidad de la dieta.

Cuando se presentan las tablas de alimentos para identificar aquellos 
que contienen alguno de los hidratos de carbono fermentables que puede ocasionar una intolerancia en el tratamiento del síndrome de intestino irritable, hay que aclarar que no todos los autores retiran exactamente los mismos alimentos cuando prescriben una dieta Fodmap, así que puede haber pequeñas diferencias con otras fuentes. Esta diversidad se basa en la experiencia personal que lleve a cabo el paciente de la tolerancia hacia estos alimentos.

- Los FODMAPs en la dieta son:

  • Fructosa (frutas, miel, jarabe de maíz alto en fructosa (HFCS), etc.).
  • Lactosa (lácteos).
  • Fructanos (trigo, cebolla, ajo, etc.) (los fructanos también se conocen como inulina).
  • Galactanos (frijoles, lentejas, legumbres como la soja, etc.).
  • Polioles (edulcorantes que contienen sorbitol, manitol, xilitol, maltitol, frutas de hueso como el aguacate, albaricoques, cerezas, nectarinas, melocotones, ciruelas, etc.).
  • Fibra: esta dieta también limitará la fibra ya que algunos alimentos con alto contenido de fibra también tienen altas cantidades de FODMAP. La fibra es un componente de los carbohidratos complejos que el cuerpo no puede digerir, se encuentra en alimentos de origen vegetal como frijoles, frutas, verduras, granos integrales, etc. Una dieta baja en FODMAP también tiene un uso potencial en personas con síntomas similares derivados de otros trastornos digestivos, como la enfermedad inflamatoria intestinal.
- Consejos para una dieta baja en FODMAP:
  • Seguir la dieta durante al menos 6 semanas. Después de esto, agregar en la dieta alimentos altos en FODMAP, pero uno a la vez y en pequeñas cantidades para identificar los alimentos que podrían ser "desencadenantes" de sus síntomas. Limitar los alimentos que desencadenan los síntomas.
  • Leer las etiquetas de los alimentos. Evitar los alimentos con alto contenido en FODMAP,  como frutas con alto FODMAP, HFCS, miel, inulina, trigo, soja, etc. Sin embargo, un alimento puede ser un alimento bajo FODMAP, en general, si un alimento alto en FODMAP aparece como el último ingrediente.
  • Compre granos sin gluten ya que son libres de trigo. Sin embargo, no es necesario seguir una dieta sin gluten al 100%, ya que el enfoque está en los FODMAP, no en el gluten. Busque granos sin gluten hechos con FODMAP bajos, como papa, quinoa, arroz o maíz. Evite los granos sin gluten hechos con FODMAP altos.
  • Limite el tamaño de las porciones para las frutas / verduras bajas en FODMAP y los alimentos con alto contenido de fibra / FODMAP como la quinoa a 1 ó 2 tazas por comida si tiene síntomas después de comer estos alimentos. Los síntomas podrían estar relacionados con comer grandes cantidades de alimentos bajos en FODMAP o fibra de una sola vez.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

(1) Peter R. Gibson and Susan J. Shepherd. J Gastroenterol Hepatol.2010 Feb;25(2):252-8. Evidence-based dietary management of functional gastrointestinal symptoms: The FODMAP approach. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/j.1440-1746.2009.06149.x

(2) Peter R. Gibson and Susan J. Shepherd. Aliment Pharmacol Ther.2005. Personal view: food for thought – western lifestyle and susceptibility to Crohn's disease. The FODMAP hypothesis. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/j.1365-2036.2005.02506.x

(3) Dana Lis, et al. Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, 2016, 41(9): 1002-1004. Food avoidance in athletes: FODMAP foods on the list. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27507006

(4) Skodje GI, et al. Gastroenterology.2018 Feb;154(3):529-539.e2. Fructan, Rather Than Gluten, Induces Symptoms in Patients With Self-Reported Non-Celiac Gluten Sensitivity. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29102613

(5) Costa RJS, et al. Systematic review: exercise-induced gastrointestinal syndrome-implications for health and intestinal disease. Aliment Pharmacol Ther. 2017;46(3):246-265. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/apt.14157

(6) Dana Lis, et al. Low FODMAP: A Preliminary Strategy to Reduce Gastrointestinal Distress in Athletes. Med Sci Sports Exerc.2018 Jan;50(1):116-123. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28891824

(7) Zevallos VF, et al. Gastroenterology.2017 Apr;152(5):1100-1113.e12. Nutritional Wheat Amylase-Trypsin Inhibitors Promote Intestinal Inflammation via Activation of Myeloid Cells. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27993525

(8) Pei Pei Chong, et al. Front. Microbiol., 2019. The Microbiome and Irritable Bowel Syndrome – A Review on the Pathophysiology, Current Research and Future Therapy. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmicb.2019.01136/full
(9) Lista de alimentos bajos en FODMAP´s. Centro de Salud Digestiva. Servicios de nutrición. Centro médico de la Universidad de Stanford. http://www.fodmapliving.com/wp-content/uploads/2013/02/Stanford-University-Low-FODMAP-Diet-Handout.pdf

(10) The Low FODMAP Diet. Monash University, Department of Medicine, Box Hill Hospital (Victoria, Australia). https://www.monashfodmap.com

(11) Drossman DA, Hasler WL. Gastroenterology.2016 May;150(6):1257-61. Rome IV-Functional GI Disorders: Disorders of Gut-Brain Interaction. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27147121

(12) Magnus Simrén, et al. Gut. 2013 Jan; 62(1): 159–176. Intestinal microbiota in functional bowel disorders: a Rome foundation report. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3551212/

(13) Juan J. Sebastián Domingo. Med Clin (Barc).2017 May 23;148(10):464-468. The new Rome criteria (IV) of functional digestive disorders in clinical practice. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28153434

(14) Michael D. Gershon. Hosp Pract (1995).1999 Jul 15;34(7):31-2, 35-8, 41-2 passim.The Enteric Nervous System: A Second Brain.https://pdfs.semanticscholar.org/070b/273d202704a18c7974186eb6a5e4e5110a54.pdf

(15) Heidi M. Staudacher, et al. Mechanisms and efficacy of dietary FODMAP restriction in IBS. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2014;11(4):256-66. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24445613

(16) Emma P. Halmos, et al. Gastroenterology, 2014. A Diet Low in FODMAPs Reduces Symptoms of Irritable Bowel Syndrome. https://www.gastrojournal.org/article/S0016-5085(13)01407-8/fulltext

(17) Marie E. Latulippe and Suzanne M. Skoog. Crit Rev Food Sci Nutr. 2011 Aug; 51(7): 583–592. Fructose Malabsorption and Intolerance: Effects of Fructose with and without Simultaneous Glucose Ingestion. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3471321/

(18) Amy Fedewa and Satish S. C. Rao. Curr Gastroenterol Rep. 2014 Jan; 16(1): 370.Dietary fructose intolerance, fructan intolerance and FODMAPs. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3934501/

(19) Jose-Walter Huaman, et al. Gastroenterology. 2018 Oct;155(4):1004-1007. Effects of Prebiotics vs a Diet Low in FODMAPs in Patients With Functional Gut Disorders.https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29964041

(20) Jane Varney, et al. Gastroenterology. 2019 Mar;156(4):1222. Prebiotics Versus Low FODMAP Diet: An Interpretative Nightmare. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30543795

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